sábado, 27 de abril de 2024

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Retiro de Cuaresma Para Catequistas

En esta Cuaresma de camino hacia la Pascua y Pentecostés el Papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma pone el acento en el Paso a la vida plena, a la liberación, a la comunión. Ésta es la experiencia que se quiere realizar en nosotros en la lógica que el Papa expresa en su mensaje: salir de nosotros para vivir con Jesús, con todo Jesús. 

Esta meditación que proponemos desde el mensaje del Papa Francisco es ir haciendo un proceso adentrándonos en las claves que Santa Teresita vivió en el acto de Ofrenda al Amor Misericordioso en el año 1895 y lo que hasta en el año 1896 se fue obrando en ella. 

“Israel en el desierto lleva todavía a Egipto dentro de sí. Hoy el Pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras opresoras que debe decidirse a abandonar” (Mensaje del Papa para la Cuaresma). 

¿Qué llevas dentro de ti? ¿Cuál es el peso de tu actuar? ¿La justicia, lo que debe ser? ¿Cuáles son tus ídolos? 

“Dios educa a su pueblo para que abandone sus esclavitudes y experimente el paso de la muerte a la vida”. (Mensaje del Papa para la Cuaresma) 

¿Cómo te va educando Dios en tu vida? ¿Por dónde te lleva? Haz un relato, una narración ¿De dónde tienes que salir? 

Éxodo de esclavitud a libertad: 

1.- “QUERER VER LA REALIDAD: Hoy llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos…. El camino cuaresmal será concreto, si al escucharlos de nuevo, confesamos que seguimos bajo el dominio del faraón… Es Dios quien ve, se conmueve y libera, no es Israel quien lo pide… Dios no se cansa de nosotros…. Dios no quiere súbditos, sino hijos… El desierto es el espacio en el que nuestra libertad pueda madurar en una decisión personal de no caer en la esclavitud….” 

La tentación contra la confianza. “Queréis escalar una montaña y Dios quiere hacer descender al fondo de un valle fértil, donde aprenderéis el desprecio de vos misma (Santa Teresita, C y R II 16)” 

¿Escalar o bajar? La tentación contra la confianza-esperanza. Es sentirse tentados de bajar los brazos y decir: ¿Qué puedo hacer ante esta situación? ¿En qué grado de amor vivir la cotidianeidad? 

Teresita se dirige a los que querrían renunciarse y no lo consiguen. Si padecéis el estar sin amor de Dios y lo confesáis humildemente, entonces Teresita tiene una palabra para nosotros. 

Nos adentramos en el mensaje de Teresita sobre el Amor Misericordioso para esta Cuaresma. Del acto de Ofrenda al Amor Misericordioso, 9 de junio de 1985. En su intención se quiere entregar del todo a la Misericordia Divina. 

Jesús le concede la gracia de comprender más que nunca “cuánto desea Jesús ser amado” (Santa Teresita, Ms. A 84 vº). 

La pregunta que nos hacemos es: ¿Dónde está el peso de mi vida? ¿En qué lugar me encuentro? ¿En qué me encuentro enmarañado? 

Teresita mira al Amor no Amado. Las preguntas que lanza antes de escribir el acto de ofrenda es un coloquio precioso. Se nos concede la gracia de hacer este diálogo profundo con la Santa Trinidad: 

  • “¿Sólo vuestra justicia recibirá almas que se inmolan como víctimas?” Aquí está la conciencia de la intervención de Dios, del actuar amoroso. 
  • “¿No tiene también vuestro amor misericordioso necesidad de ellas?” Entrar en la clave de la gratuidad en nuestra vida espiritual. Todo es don, todo es gracia. 
  • “¿Deberá vuestro amor despreciado quedarse encerrado en vuestro corazón?” Tiene que ver con nuestra sensibilidad al amor de Dios. Si tenemos deseo que sea más conocido y amado. 

Todo esto nos lleva a la DECISIÓN del acto de ofrenda:  

“Oh, Dios mío, Trinidad Bienaventurada, deseo amaros y haceros amar. Deseo cumplir perfectamente vuestra voluntad y llegar al grado de Gloria que me habéis preparado en vuestro reino. En una palabra, deseo Ser Santa, pero siento mi impotencia, y os pido, ¡Oh Dios mío!, que vos mismo seáis mi Santidad”. 

Reflexionamos sobre lo importante que es vivir contemplando, observando el misterio de gracia, la vida de las relaciones amorosas que cada Persona Divina hace en nosotros: seduciéndonos y enamorándonos. ¡Aquí está la motivación primera de todo! Y nos hace ver estas tres afirmaciones claves para que nos venzamos:  

El fin: La Santidad. 

Situación de hecho: Impotencia. 

Solución: Actividad santificadora de Dios mismo. 

Vivamos en el Hijo. Así vive Teresita: “Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, Él os lo dará” (Jn 16, 23). Así está Jesús en estos momentos. ¡Esta es la verdadera realidad! La confianza comienza aquí. Teresita ha escogido la “parte mejor” que no le será quitada. Está a los pies de Jesús, escuchándole. 

Por eso Teresita sigue diciendo: “No quiero amontonar méritos para el cielo, quiero trabajar sólo por vuestro amor; con el único fin de complaceros, de consolar vuestro Sagrado Corazón y de salvar almas que os amen eternamente. En la tarde de esta vida, compareceré delante de vos con las manos vacías, pues no os pido Señor, que contéis mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas a vuestros ojos. Quiero, por eso, revestirme de vuestra propia justicia y recibir de vuestro amor la posesión eterna de vos mismo. No quiero otro trono, ni otra corona que a vos, ¡Oh Amado mío!” (Acto de ofrenda) 

Ella sigue expresando los detalles de lo que significa la acción y el hacer de Jesús en lo profundo de ella, para que al final deje a Dios hacer. Esta flexibilidad profunda del corazón sólo se vive cuando ponemos nombre a todas las delicadezas y cuidados de Dios con nosotros. Cuando expresamos desde la sencillez las obras y prodigios de Jesús con nosotros, externa e internamente.  

Así es cuando se puede vencer Teresita: “Yo me ofrezco como víctima de holocausto a vuestro amor misericordioso. Llegue yo a ser mártir de vuestro amor”. (Acto de ofrenda). 

2.- “LUCHA: “Oposición de Tú eres mi hijo” (Mc 1, 11)  y “no tendrás otros dioses delante de mí” (Ex 20,3) con las mentiras del enemigo… Existe una nueva humanidad, la de los pequeños y humildes que no han sucumbido al encanto de la mentira”. (Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma). 

  • El 9 de junio de 1985 ha puesto en libertad muchas cosas en su corazón. Los diques se han roto, y las olas del amor de Dios que ella ha invocado en su ardiente súplica, inundan ya el campo de su alma. Se cumple y vive lo que Dios quiere de ella.

Se cumple: “Yo haré brotar manantiales en alturas peladas y fuentes en medio de ellos valles. Tornaré el desierto en estanque, y la tierra seca en corrientes de agua”. (Is 41, 18) 

Vive: “Levantes de la aurora, música callada, soledad sonora, cena que recrea y enamora” (Cántico Espiritual 14): 

“Levantes de la aurora: porque este sosiego y quietud en Dios no le es al alma del todo oscuro, como oscura noche, sino sosiego y quietud en luz divina en conocimiento de Dios nuevo. 

Música callada: su Amado es esta música callada, porque en él se conoce y gusta esta armonía de música espiritual. 

Soledad sonora: pueden recibir bien el sonido espiritual sonorísimamente en el espíritu de la excelencia de Dios en sí y en sus criaturas. 

Cena que recrea y enamora: La cena a los amados hace recreación, hartura y amor. Y porque estas tres cosas causa el Amado al alma en esta suave comunicación”. 

Así está el alma de santa Teresita en este momento concreto de su historia. Qué Pascua ha hecho Jesús en ella. Qué paso de muerte a vida. Qué buena noticia. Saboreemos y gustemos lo que Dios quiere y puede hacer en el alma. ¡Deseémoslo! 

  • Seis meses después del acto de confianza tiene varios coloquios que son muy sabrosos. Para que sigamos viendo lo que Dios había hecho en su alma en aquel momento del Acto de Ofrecimiento. Lo que se ha ido trabajando en lo profundo de ella es una acción propiamente de la gracia Divina que ha ido modelando la Santa Trinidad: 

“Madre mía querida, conocéis los ríos, o mejor, los océanos de gracias que han venido a inundar mi alma. Desde aquel día feliz, me parece que ese amor misericordioso, me renueva a cada instante, purifica mi alma y no deja en ella huella alguna de pecado”. (MS A 84) 

El amor misericordioso es lo que debemos de gustar y saborear en nuestra propia vida. 

“Mi único deseo es el de amar a Jesús”. (MS A 82) 

 

Qué grados de deseos hay en lo profundo de nuestro corazón. Esto nos hará medir constantemente 

“Sigo sintiendo la misma confianza, no me apoyo en mis méritos. Él sólo contentándose con mis débiles esfuerzos, me elevará hasta sí, y, cubriéndome con sus méritos, me hará santa”. (MS a 32) 

En nuestra vida nos hemos de mirar ante Jesús con esta confianza filial. Cuando más pequeños nos hagamos con más fuerza vendrá Él a decirnos y a hacer en nosotros. 

3.- “Actuar que es detenerse en orar y  escuchar la Palabra de Dios…. Oración, limosna, ayuno…. Mirada Contemplativa”. (Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma).

“La Cuaresma es combate, las armas: oración, limosnas y vigilias por el Reino de Dios” (Himno del tiempo de Cuaresma).